Por Luciana Gómez Perasso
A medida en que la tecnología progresa a pasos agigantados, tanto las plataformas digitales como los dispositivos electrónicos se hacen cada vez más accesibles: promociones, cuotas y un sinfín de posibilidades se encuentran a nuestro alcance, resultando casi imposible que nuestros hijos e hijas no estén expuestos a celulares, tablets, computadoras, y, sobre todo, internet.
Estos dispositivos parecen cobrar vida en las manos de niños y niñas, que aprenden a utilizarlos intuitivamente, casi como si fuese una extensión de sus propios cuerpos.
Como padres y madres, nos encontramos educando en una era digital sin precedentes, que nos mueve a repensar la crianza día a día ante los nuevos desafíos que se presentan, sobre todo el uso y abuso de pantallas.
ERA DIGITAL
Esta era que atravesamos ha traído consigo múltiples recursos que alimentan la imaginación, profundizan aprendizajes, promueven el pensamiento innovador y nos conectan a la inmensidad del mundo, de culturas, de saberes.
Como padres y madres, es crucial que estemos presentes en esta interacción niño/a-tecnología a fin de sentar las bases para su uso responsable y seguro, además de administrar la cantidad de información a la que van accediendo nuestros hijos e hijas, buscando que el tiempo que pasen frente a la pantalla sea un tiempo constructivo. Después de todo, la era digital vino para quedarse.
¡ABURRIRSE ESTÁ BIEN!
El uso de dispositivos para entretenernos es positivo siempre y cuando se use con moderación y no reemplace otras actividades importantes, como una conversación en familia.
Los niños y niñas que abusan del tiempo en pantallas desde pequeños se exponen a tener menor capacidad de atención en el tiempo ya que la tecnología se mueve con rapidez: la gratificación es instantánea. Cambiar de una app a otra o de un video a otro está al alcance del dedo. La frustración por no poder terminar el nivel de un juego, por ejemplo, se reduce, así como también la posibilidad de “aburrirse”.
En este este sentido, no debemos olvidar que aburrirse está bien. Es parte de un proceso en el cual se generan oportunidades de pensar, de crear o de resolver situaciones, dando lugar al pensamiento creativo y de resolución de problemas.
EN BÚSQUEDA DEL EQUILIBRIO
Uno de los aspectos más importantes -y más difíciles de sostener que tenemos como padres y madres, es el asignar un tiempo de uso para dispositivos; establecer una regla y apegarnos a ella.
A modo de ayudar a niños y niñas a apegarse a esta regla, podemos hacer lo siguiente:
- Tener un calendario diario, en el cuál se establezca los diferentes momentos del día, como la hora de ir a la guarde o al cole, la hora del almuerzo, la hora de juego con juguetes, la hora del uso de dispositivos, etc.
- Tener un espacio con otras ofertas de juego como rompecabezas, materiales para construir acordes a la edad, o materiales para expresión artística.
- Asignar espacios permitidos y no permitidos para el uso de tecnologías. En este sentido, por ejemplo, se puede establecer que el comedor es una zona “prohibida” para celulares o la televisión. Entonces, aprovechamos este tiempo para fomentar buenos hábitos alimenticios además del intercambio entre los miembros de la familia.
- Nada es más valioso que modelar con el ejemplo. ¿Cuán a menudo dejamos a un lado el celular para compartir una conversación con nuestros hijos e hijas? ¿Podemos responder el mail del trabajo en otro momento?
Buscar espacios de esparcimiento extracurriculares que promuevan el uso responsable de la tecnología, no sólo desde la digitalidad, sino también desde propuestas más amplias dentro de este ámbito. En este sentido, por ejemplo, hoy en día a nivel mundial los Makerspaces -espacios del hacer, presentan propuestas en STEAM (ciencias, tecnología, ingeniería, artes y matemáticas, por sus siglas en inglés) en las cuales se desarrollan destrezas tecnológicas conjuntamente con habilidades blandas como la comunicación y el trabajo cooperativo, tan necesarias en el siglo XXI y que promueven el uso significativo de estos dispositivos. Hoy en día, Paraguay no está ajeno a esta propuesta.
Si bien el uso responsable de la tecnología presenta un desafío, es importante tomarnos el tiempo para acompañar su uso, a modo de que el impacto en la vida de nuestros hijos e hijas sea positivo hoy y a futuro.
Acerca de la autora
Luciana Gómez Perasso.
Docente del área de inglés y robótica educativa, Atelierista, Proyectista y Presidente de API/MAKERS (Asociación Paraguaya de Inventores y Makers).
Gestión de Espacio I, Makerspace, un espacio con propuestas STEAM para niños y niñas de 4 a 12 años.
Contacto con Espacio I Lab
Celular: 0994 136139